La crisis es la mejor bendición a personas y países por que la crisis trae progresos. Albert Einsten.


La movilidad de las ciudades, la red de los desplazamientos urbanos y las condiciones sobre la cual se mueven los ciudadanos cada día, se ha convertido en un constante tema de debate y reflexión, llegando a facilitar nuestro día a día o a convertirlo en un dolor de cabeza.

Los efectos negativos que ha caudado el sector transporte son terribles y perversos además muy diversificados en otros sectores, afectando la salud, la seguridad vial y ciudadana, la economía, el desarrollo social, y el equilibro del bienestar actual y futuro, comprometiendo desde ya las oportunidades de las siguientes generaciones.

A estas alturas del escenario COVID, no cabe duda de la magnífica oportunidad que nos ha dejado para hacer cambios en nuestra ciudad. Felizmente muchos alcaldes y autoridades locales se han pronunciado a favor de la puesta en marcha de una serie de intervenciones que principalmente facilitarán el distanciamiento social en el espacio público, pero por supuesto enmarcadas en las políticas de movilidad sostenible. En sus manos está ser tan ejecutivos como puedan, y lograr un gasto eficiente de sus recursos y presupuestos.

Poco a poco las calles de nuestras ciudades comenzarán a llenarse de personas que han estado confinadas por meses. De hecho, surgirá una gran necesidad de espacio en las calles para pasear, hacer deporte y para actividades recreacionales con los niños. Siempre con las respectivas medidas de seguridad como la mascarilla. Por ello, luego del largo confinamiento, en algunas urbes se está limitando el acceso de vehículos a ciertos circuitos viales para destinar estos a uso exclusivo de caminantes y de usuarios de bicicletas, generando espacio de paseos, de actividad física y deportiva, y por supuesto con horarios para su uso. Por ejemplo, ciertas horas para deportistas, otras para el paseo con niños y otras horas para las personas mayores, y así cumplir con las pautas de distanciamiento social y no mezclar colectivos vulnerables. En Lima, las municipalidades distritales en coordinación con la Municipalidad de Lima deben planear la apertura de calles dominicales para las personas (no vehículos) como la Av. Arequipa los domingos. Es una medida rápida, efectiva y de bajo costo.

La reducción de velocidad en las áreas residenciales es otra medida interesante. Las denominadas zonas 30 o 20 km están conformadas por calles que no pueden superar dichas velocidades, dando condiciones de seguridad en general, llegando a reducir el tráfico vehicular en la zona evitando el paso de vehículos que solo transitan para continuar hacia sus destinos. En estas calles, la prioridad la tiene el peatón y puede caminar incluso en la pista en el caso de que las veredas sean angostas, además de quienes se movilicen en bicicleta o patinetes.

La habilitación temporal de itinerarios o carriles para uso exclusivo de la bicicleta y vehículos de movilidad personas como son los patinetes es otra medida que abanderan las políticas locales actuales. No hay ciudad que no haya dejado de recomendar el moverse en bicicleta. Las noticias del boom de ventas en Estados Unidos y Europa anuncian un crecimiento de usuarios para los próximos meses.  Por ello, las nuevas ciclovías pretenden dar seguridad de maniobras a los ciclistas en general, pero sobre todo dar seguridad a los cautivos, a esos nuevos ciclistas que aún no se animan a salir en bicicleta en el día a día. Aquellos ciclistas que usan la bicicleta para ir a trabajar, estudiar, hacer deporte, pasear, etc.

Los usuarios de patinetes también saldrán beneficiados y se espera incremento en la adquisición de estos vehículos gracias a su valor más asequible y la facilidad de poder llevarlo con uno mismo hasta nuestra oficina o cualquier otro destino, a diferencia  de la bici que necesita un lugar seguro para estacionarla, salvo se opte por una bicicleta plegable que en el mercado local cada vez hay opciones más asequibles los bolsillos en general.

Pero no todo es favorable para la movilidad sostenible. Esta situación ha puesto en aprietos al sector del transporte público. Y es que la medida de la obligación de mantener el distanciamiento ha limitado el aforo en los vehículos. El transporte público tendrá un gran bajo y esto puede ser peligroso para el avance de políticas de movilidad sostenible ya que el automóvil se puede volver en una opción atractiva. Pero la «nueva normalidad» traerá la oportunidad de mejorar el sistema del transporte público en un momento donde es clave ampliar las capacidades. Para ello, muchas ciudades están incrementando carriles exclusivos para aumentar la velocidad comercial, y así incrementar la frecuencia de vehículos del transporte público como son los autobuses. Esto se convierte en una medida importante con mirada a largo plazo, ya que los carriles exclusivos quedaran y cuando el COVID pase, tendremos vías donde el autobús no se mezclará con el tráfico convencional.

Algunas de las medidas más resaltantes son tan simples como modificar los tiempos de los semáforos para evitar aglomeraciones de peatones. Pero sin duda las ampliaciones de veredas tomando un carril de autos, acondicionándolo con pintura y mobiliario ha sido una excelente opción sobre todo para los ejes peatonales principales donde el flujo de caminantes es elevado.

Y luego están las medidas de gestión de la movilidad que están tomando diferentes entidades públicas y privadas, dando flexibilidades horarias en ingresos y salidas de los centros de trabajo para que no generen aglomeramiento. De igual forma para los centros educativos, estableciendo escalonamientos en los horarios, reduciendo la congestión en horas punta. Y de hecho el teletrabajo facilita estas medidas. 

Esperemos que nuestras autoridades aprovechen este momento y no dejen pasar esta única y gran oportunidad que nos ha dado esta penosa circunstancia para encarrilar acciones que tengan el objetivo de impulsar una recuperación con un cambio que mejore realmente la salud pública, reduzca la desigualdad al acceso de servicios y, sobre todo, con mirada a largo plazo, que aborde la crisis climática.

Hoy, 5 de junio del 2020 día del Ambiente, es un día para manifestar nuestros intereses, compartir inquietudes y aprovechar, la atención que genera un día conmemorativo, para sensibilizar y concientizar nuestra necesidad de realizar cambios en nuestra sociedad sobre cómo tratar, conservar y proteger nuestro hermosos y único planeta.

Pronto seremos parte de una “nueva normalidad”, y debemos procurar que la “mala normalidad” no vuelva jamás.